Soy farmacéutico. No gilipollas.
¡Hola!
Mi nombre es JL Abril y soy CEO del grupo de farmacias ApotecaPlus y Cotitular de la farmacia FarmaTrave156Vigo con el número de colegiado 2029.
Y no.
No insultaré tu inteligencia contándote mil maravillas sobre mí.
Voy a hacer algo mejor.
Voy a hablarte desde la autoridad que me otorga el fracaso.
Y oye, quién sabe.
A lo mejor hasta te resulta interesante.
Y rentable.
Después de todo, como dice Warren Buffett:
“Es bueno aprender de tus errores. Pero es mejor aprender de los errores de los demás”.
Aunque de todas formas es absolutamente legítimo que te preguntes…
“Realmente,
¿puede un fracasado dar lecciones sobre algo?”
Bien.
Pues para aclarar las dudas,atención a lo que viene:
Si hablamos de gestionar el día a día de una Farmacia no siempre tuve la cara que ves en la foto…
Más bien mi cara era todo lo contrario.
Porque mira…
En Noviembre del 2003 compré (bueno, se hipotecó mi familia) una farmacia en el rural, en Tenorio, a 8 km de la ciudad de Pontevedra.
Trabajábamos un auxiliar y yo de lunes a sábado… y a partido, ya sabes, así era como se trabajaba antes en la gran mayoría de las farmacias.
Empezamos facturando 600.000 euros en el 2003 y llegamos al millón en el 2010.
Eso sí, con mucho esfuerzo y dedicación. (Había que pagar la farmacia y no me quedaba otra).
Fueron 7 años sin vacaciones pero la aventura estaba mereciendo la pena.
Hasta que llegaron los años 2011 y 2012.
En esos años la facturación me bajó 200.000 euros.
¡Un 20%!
Las medidas del gobierno por la crisis (precios de referencia, desfinanciación de muchos productos y el copago en los pensionistas) mermaron mucho mis números.
Y aun por encima en mi tipo de farmacia la venta libre era escasa. Tenía una muy alta influencia del medicamento financiado.
En ese momento me di cuenta de que no tenía ningún plan alternativo.
No sabía cómo manejar la situación…
¡Y había que seguir pagando la hipoteca!
Entonces me empecé a preguntar:
“¿esto es generalizado o sólo me pasa a mí?”
Porque lo cierto es que sólo conocía mi farmacia.
No sabía qué pasaba en el resto de las farmacias ni qué inquietudes y miedos se vivían en otras zonas.
Y, aunque tenía amigos farmacéuticos, de esto no hablábamos.
Así que en el año 2012 contraté a un adjunto para poder ir a formaciones, a algún congreso, conocer gente de la industria…
(Antes lo único que podía hacer eran o cursos del Colegio o cursos a distancia del Consejo).
Pero las cosas seguían sin pintar nada bien y pensé que sería buena idea buscar otra fuente de ingresos.
De esta manera, en Octubre de ese mismo año, me matriculé de Óptica en el CEU.
Lamentablemente los estudios de esta nueva carrera me fueron imposibles.
No encontré la forma de compaginarlos con el trabajo y la vida social.
Sólo pude ir 2 semanas pero, por suerte, me resultaron extraordinariamente reveladoras.
Porque, por ejemplo, a través de mi amigo Juanlu conocí de primera mano el impago en Castilla-La Mancha.
No me lo podía creer: obligados a dispensar medicamentos, pagar a proveedores, a trabajadores, a Hacienda… ¡Y la administración no pagaba!
Sudaba frío pensando que esto pudiera pasarnos en Galicia.
También conocí a un farmacéutico valenciano que decía que había que pasar tiempo pensando en lo que querías hacer en la farmacia y, lo más importante, que tenías que hacerlo en horario de trabajo y, como mínimo, dedicarle 4 horas a la semana.
“Nada de hacerlo en ratos libres, JL.
Así no se logra mantener en el tiempo y no sirve para nada”.
Me tomé muy en serio sus palabras y eso me animó a destinar más tiempo a salir de mi farmacia:
quería conocer lo que estaba ocurriendo en el sector y ver qué soluciones se aplicaban.
Lo siguiente, creo que lo hicimos todos: ir a Infarma.
Me fui solo. Escuché un montón de conferencias, vi muchos laboratorios, establecí contactos con otros colegas farmacéuticos… Y me di cuenta de que estaba totalmente obsoleto.
Obsoleto en conocimientos de:
- gestión de la farmacia
- compras
- inventario
- recursos humanos
Apenas tenía conocimientos de nada… ¡y pensaba que controlaba!
Pobre iluso…
Había tantas cosas por hacer que no sabía por dónde empezar.
Mientras tanto, una vez por semana me dedicaba a ir a ver farmacias (tanto por fuera como por dentro) para tratar de descubrir cuál era su éxito.
Así estuve meses.
Y después de 5-6 meses tenía muchas ideas en la cabeza pero no era capaz de poner ninguna en marcha.
Siempre iba ahogado.
El día a día me absorbía.
No llegaba a todo.
Y así era imposible sacar de mi farmacia toda la rentabilidad que me gustaría.
Recuerdo que por aquel entonces solía decirme a mí mismo:
“No te pasaste 5 años de tu vida estudiando Farmacia
para ahora vivir amargado colocando cajitas y contando cupones”
Obviamente tenía muy claro lo que todos sabemos:
que a la gente le preocupa su salud, que quiere vivir más y con mayor calidad de vida…
Pero en mi cabeza las preguntas no eran nada fáciles de responder:
¿Puedo posicionar a mi farmacia en lo que le interesa a mis clientes/pacientes?
¿Conozco realmente a mis clientes/pacientes?
¿Puedo yo solo encargarme de todo en la farmacia?
¿Soy capaz de delegar?
¿Solo yo lo hago bien?
Muchas preguntas, muchas dudas y pocas respuestas.
Y lo que era peor: nunca encontraba el tiempo para llevar a cabo nada.
Hasta que un día, dando un paseo, vi la cartelería de una farmacia desde la calle y me dije:
“Deja ya de pensar tanto y ponte en acción”.
Y ahí se produjo el clic que necesitaba porque justo en ese momentosupe que sólo estaba buscando las recetas facilonas, los atajos rápidos, las soluciones superficiales:
- que si comprar un analizador de piel porque aumentar el ticket medio en dermocosmética era la clave,
- que si la farmacia online era fundamental para adaptarse a los tiempos,
- que si el dinero estaba en los servicios de salud personalizados,
- que si lo que me dijo ese delegado,
- que si lo que me contó aquel laboratorio,
- que si lo que vi en internet,
- que si, que si, que si…
¡NO!
Lo primero que tenía que hacer era cambiar mi manera de pensar y de actuar.
Primero, cambiar yo y luego mi farmacia.
Porque de nada valen las ideas si no eres capaz de convertirlas en hechos.
Y había llegado el momento.
Hasta entonces me había sentido sobrepasado, frustrado, fracasado…, como si no hubiera tenido mucho sentido haberme hecho farmacéutico.
Y eso que desde niño he vivido el mundo de la farmacia…
Porque hay una cosa que no te conté.
Mi madre y mi hermana son farmacéuticas y en el año 2013 todos teníamos farmacia pero…, ¿hablábamos de resolver los problemas juntos?
Nunca.
Trabajábamos como farmacias totalmente independientes.
Cada una iba por su lado y no nos poníamos de acuerdo para tener una gestión similar ni existía una política común de compras, precios, recursos humanos, gestión de stock, marketing o cualquier otra área del negocio.
Porque lo cierto era que hasta que llegó la crisis nos iba bien.
No teníamos necesidad de establecer ninguna estrategia.
Simplemente con el aumento del consumo de medicamentos por parte de la población nos llegaba.
Pero dejó de llegar.
La situación se puso muy complicada.
Bajadas de facturación del 20% entre el 2011 y el 2012.
Y en 2013 no estábamos todavía en marzo y ya teníamos más del 15% de bajada de facturación en cada farmacia…
Y aquí tengo que hacer un inciso importante.
Un detalle que no te he mencionado es que, desde 2003 hasta 2012, la inversión que hice en mi farmacia fue CERO PELOTERO.
Hasta el 2010 crecía de media un 7% y bueno, ¡pensaba que no hacía falta!
En el caso de la farmacia de mi madre y hermana exactamente lo mismo:
INVERSIÓN, CERO PELOTERO.
Pero ya no podíamos continuar así.
Sí o sí teníamos que hacer cambios y lo que antes era imposible ahora se hizo posible.
Convocamos una reunión del clan familiar farmacéuticoy se decidió que yo me encargase de las compras y la gestión del espacio comercial para las 3 farmacias.
Y a partir de ese momento se produjo un punto de inflexión.
Porque recuperamos el ánimo.
Necesitábamos una transformación profunda y hacer las cosas de distinta manera, así que tuvimos que dar varios pasos hacia adelante:
Paso 1: creernos que el cambio era posible
Paso 2: transmitirlo a nuestros trabajadores
Paso 3: convertir el ambiente pesimista en optimista
Paso 4: INVERTIR DINERO. ¿Para qué?
- Para mejorar la exposición comercial.
- Para comprar mercancía: si queríamos tener buenas condiciones comerciales había que comprar mucho (mucho, mucho, mucho…).
- Para formación: del equipo y mía, por supuesto.
Y bueno, empecé con las compras…
- y alguna vez compré por hacerle un favor al delegado (que me pedía que le comprase algo más para poder llegar a objetivos),
- y alguna vez compré porque me decían que no lo comentara por ahí pero que a mí me ofrecían mejores condiciones,
- y alguna vez compré porque le compraba a quien decía ser «mi amigo»,
- y alguna vez compré porque me daban mucho descuento pero haciéndolo sin valorar el precio de coste ni el precio de venta,
- y alguna vez me la intentaron liar con las bonificaciones (y me la liaron),
- y alguna vez (en realidad muchas veces) pedí de más por hacer los pedidos deprisa y corriendo,
- y alguna vez me pasé días enteros comprobando que el delegado no me había metido un gol del estilo «pido 10 uds y me pone 20» o revisando que no me habían llegado más referencias de las pedidas o verificando que los descuentos eran los que habíamos pactado y que la condición de pago era la correcta…
Vamos, que metí tantas veces la pata que era inevitable que me sintiese como un completo…
Y en mi cabeza seguía el runrún:
“No te pasaste 5 años de tu vida estudiando Farmacia
para ahora vivir atrapado entre albaranes, delegados y facturas”
Y fue entonces cuando me hice una promesa a mí mismo:
“Tiene que haber una forma mucho mejor de gestionar una Farmacia…
y la encontraré”.
A partir de ese momento estudié, hice cursos, viajé y empecé a conocer a gente del sector y a perderle el miedo a hablar con otros compañeros de los problemas que vivíamos en la farmacia.
Problemas que mayoritariamente eran los mismos: escasez de tiempo, mucho desconocimiento de gestión, marketing, categorización, recursos humanos…
Y así, entre máster y máster y entre Congreso y Congreso (dentro e incluso fuera de España) le dediqué tiempo de calidad a pensar:
- ¿Cuál era el objetivo que quería con mi farmacia?
- ¿Cómo quería que me viesen mis clientes?
- ¿Qué sensación quería que la gente percibiese al entrar a mi farmacia?
Y no sólo le dediqué tiempo a pensar.
También me exigí poner las cosas en práctica.
Ya han pasado algunos años pero aún me acuerdo perfectamente.
Hice lo indecible para no volver a sentirme…, bueno, ya sabes…
Y ahora lo tenía muy claro.
Quería controlar la Farmacia
y que no fuera la Farmacia la que me controlara a mí.
Finalmente el esfuerzo tuvo su recompensa porque después de toda esta odisea que te acabo de contar…
¡Dimos con un sistema que funcionaba!
Un sistema al que poco a poco se fueron uniendo otras farmacias.
Un sistema con el que los miembros del grupo de farmacias ApotecaPlus conseguimos:
- Trabajar con una estrategia de compras centralizada e inteligente en donde sabemos exactamente cuánto nos aporta el grupo y cuánto invertimos nosotros en él.
- Gestionar los pedidos de forma fácil y a golpe de clic.
- Mejorar la atención y la satisfacción del cliente.
- Cuidar el espacio de atención al público y categorizarlo correctamente.
- Hacer un marketing guiado por el sentido común y no por el criterio de otros.
En definitiva, un sistema para:
- mejorar la rentabilidad de nuestras farmacias;
- ofrecer una transparencia absoluta a los asociados;
- gestionar el escaso tiempo de una manera más inteligente; y
- disfrutar de una razonable y conveniente dosis diaria de paz mental.
Y una pequeña parte de ese sistema es precisamente lo que puedes ver en el vídeo titulado:
SOY FARMACÉUTICO
NO GILIPOLLAS
Una torpe aunque, por momentos, bastante convincente
Demostración de cómo ganar más dinero con tu Farmacia
utilizando un sistema tan lleno de sentido común
que hasta puede que te parezca una broma.
Importante:
En este vídeo vas a descubrir algunos de los procedimientos que aplicamos las 56 farmacias del grupo ApotecaPlus para elevar nuestras medias de rentabilidad y crecimiento anuales.
¿Cuánto?
Pues más de un 5% y un 7% sobre las medias nacionales, respectivamente.
Este Vídeo/Demostración es material de alto valory para asegurarnos de que llega única y exclusivamente a manos de Titulares de Farmacia sólo lo compartiremos de manera gratuita durante unos días.
Luego cerraremos el acceso y ya no se podrá ver.
Si te interesa echarle un vistazo deja tu correo electrónico en el cajetín que verás más abajo y de inmediato recibirás un email con el enlace al vídeo.
Aunque antes de apuntarte al tema debes saber lo siguiente:
- Te enviaré emails muy a menudo hablándote de cosas que, en principio, te deberían de sonar bastante aburridas si no fuera porque podrían aumentar tu valor profesional y el de tu farmacia.
- En todos nuestros correos, sin excepción, intentaré que -si cumples los requisitos- presentes tu candidatura para entrar en el grupo de farmacias ApotecaPlus. Si tienes miedo de que lo consiga no te apuntes.
- Apuntarse es gratis. Y darse de baja también. Puedes irte cuando quieras haciendo clic al final de cualquiera de mis emails. (No sufras por mí, que yo ni me entero).
Y mira, para que sepas aún mejor qué te espera aquí tienes los títulos de algunos emails:
- Se buscan titulares de farmacia con huev0s
- Tú no necesitas un grupo de compras
- Lo que Tarantino te enseña sobre tu farmacia
- ¿Comprar bien para vender bien… o vender bien para comprar bien?
- Que no te la metan doblada
- El inesperado consejo de Jeff Bezos para las farmacias
- No te recomiendo una de mis pelis favoritas
- Hoy incluso te hablo del Gobierno
- Lidera tu farmacia como Mandela
- Te vendo una máquina del tiempo
- La escena de Karate Kid que ocurrirá en tu farmacia
- Que te lo diga Schwarzenegger
- 3 tipos de titulares de farmacia
- Cómo reducir (bastante) el estrés
- Un misterio musical que podría cambiar tu farmacia
- Imagina que no eres capaz de vender ni un Frenadol más
- El conocimiento del indomable Will Hunting
- Messi te enseña lo básico sobre tu farmacia
- Cómo resolver cualquier problema (Receta en 3 pasos)
- No empecemos a chuparnos las …
Y bueno, poco más que decir.
Si quieres apuntarte, adelante.
Y si no quieres apuntarte tal vez quieras leer el final de la historia aquí, justo debajo del cajetín.
– Snif, snif… Tu historia es realmente conmovedora. Snif, snif…
– Ya. Bueno… Y eso que no te conté que al cabo de unos pocos años vendí mi farmacia rural para irme a Vigo, donde compré una farmacia que actualmente funciona las 24 horas.
– ¡Por las barbas de Merlín! Tu vida es como la versión low cost de «Forrest Gump». ¿Te has planteado llevarla al cine?
– No hay día que no piense en ello. Mi personaje debería hacerlo Javier Bardem.
– Yo estaba pensando en Antonio Resines pero bueno, mira, sobre el vídeo de «Soy Farmacéutico. No Gilipollas»…, ¿qué era exactamente lo que cuentas en él?
– ¡Ah! Pues un montón de cosas. A cada cual peor. ¿Quieres que te las recuerde?
– Sí. ¿De qué se trataba…?